lunes, 3 de marzo de 2014

Publicación Equipo 4

Portafolio. Tema: La piel


INTRODUCCIÓN




La piel es esencial para la supervivencia de una persona. Representa una barrera que impide que los elementos nocivos penetren a nuestro cuerpo. La piel también controla la perdida de flujos, vitales para nuestra vida, como por ejemplo la sangre y el agua; además nos ayuda a regula la temperatura corporal, mediante la transpiración y nos protege de los rayos ultravioletas dañinos del sol. Si la piel no tuviera células nerviosas, no podríamos sentir calor, frío u otras sensaciones.

LA SINGULARIDAD DE LA PIEL

 Ha expresado Norman Wrong la piel es el reflejo del alma. Esta característica ha hecho de la piel el espejo de muchas emociones que se manifiesta en ella mediante lesiones.


Ningún otro órgano podría reemplazar a la piel para dar el aspecto general.




La piel o con más propiedad, el sistema tegumentario compuesto por elementos apicales, glandulares y neovasculares es mucho más que una envoltura corporal inerte.

La piel desempeña un papel importante en el mantenimiento de la homeostasis. El sistema tegumentario, que probablemente sea la membrana biológica de menor permeabilidad al agua impide la deshidratación de la piel en una atmosfera seca.

El sistema tegumentario asegura la supervivencia por medio del mantenimiento de una temperatura corporal constante.



La piel protege los tejidos subyacentes de muchas agresiones físicas externas, como la radiación ultravioleta, la energía eléctrica, y puede obstaculizar la invasión de la mayoría de los microorganismos.

 


La investigación dermatológica fundamental no solo tiene aplicación directa en las enfermedades  cutáneas, la curación de heridas y el envejecimiento, también desempeña un papel severo en la compresión y el tratamiento del cáncer y los trastornos metabólicos.

Los investigadores en biología cutánea han incluido un amplio espectro de entrenamiento en diferentes enfoques experimentales en sus aéreas de investigación:

Los especialistas en patología experimental que estudian la curación de las heridas;  los especialistas en fotobiología que evalúan los efectos subcelulares, celulares y sistemáticos de los rayos ultravioletas.

La piel no es solo una barrera e interface con el medio ambiente, en consecuencia “el campo de batalla” donde se producen las interacciones entre el organismo y el medio ambiente además refleja las enfermedades sistemáticas que pueden ser de naturaleza infecciosa, endocrina etc.


Aéreas críticas en las cuales la dermatología interactúa con la medicina general



La piel puede proporcionar evidencias prima fascie de una enfermedad interna. El médico clínico debe ser capaz de identificar cambios en ella que son hallazgos incidentales durante el examen físico.


Los médicos no pueden saber que subestimar a menos que estén familiarizados con las lesiones más comunes; una púrpura palpable por ejemplo, puede ser el indicio clínico inicial de la presencia de una flebitis necrótica sistémica subyacente, que puede estar asociada o no con el problema más severo de una arteritis sistémica.




Trastornos dermatológicos como causas de sufrimiento humano



El sufrimiento humano puede originarse: en la capacidad, el malestar o la desfiguración.

Los trastornos cutáneos, que pueden involucrar las tres condiciones, tienes múltiples etiológicas y son mucho más prominentes en el sufrimiento  humano y las pérdidas económicas que lo que se reconoce generalmente. El 2 a 4 %  de todas las internaciones en hospitales civiles por causas no obstétricas ni relacionadas con accidentes son por enfermedades cutáneas.

Incapacidad

La integridad en la piel es vital para el movimiento. La interrupción de la superficie cutánea puede compararse con la corrosión de la superficie de metal de un instrumento delicado. Una dermatitis en los pies o en la ingle puede ser incapacitante.


   

En algunos lugares de los Estados Unidos las enfermedades agudas y crónicas de la piel constituyen más de la mitad de todos los casos de indemnización por motivos laborales.

Malestar

El prurito, un síntoma únicamente cutáneo, es una condición desgraciada. No hay agentes farmacológicos específicos para el alivio del purito.



Desfiguración

La piel, une interface multifuncional que medias influencias del medio ambiente sobre el organismo, es un determinante principal en la vida y la conducta de todas las especies. Algunas veces las personas desfiguradas se descuidan y se aíslan.

Tradicionalmente la medicina se ha preocupado más por las enfermedades y los trastornos que dan término la vida.

        
        




MORFOLOGÍA, FISIOLOGÍA  Y EMBRIOLOGÍA CUTÁNEA


Morfología


Morfología de la piel o macro estructura es lo que vemos a simple vista. A simple vista parece lisa y llena, pero en realidad presenta pliegues, surcos, Hendiduras y pequeñas salientes.

a) Pliegues y surcos: Más menos acentuados, están siempre presentes en todos los individuos sobre la cara dorsal de ciertas articulaciones, incluso cuando estos están en extensión completa o están en articulaciones completas. Ejemplo: codos, rodillas, dedos, muñecas, etc.
b) Arrugas: pueden ser provocadas ya sé por contracción muscular, debido a un movimiento o por disposiciones estructurales de la piel. Ejemplo: pliegues de las articulaciones.
c) Poros cutáneos: Son el orificio externo del canal de salida de la glándula sudorípara y sebácea, pero este último debe ser diferenciado por el nombre de Ostium flicular.

Funciones de la piel




La piel es el órgano más grande de nuestro organismo. La piel nuestro cuerpo externamente, los órganos internos, los músculos y los huesos, consiguiendo que todo el organismo se muestre como algo compacto. Su grosor depende de la zona que cubre, así, en los párpados es muy fino y solamente tiene medio milímetro de grosor, mientras que en las plantas de las manos y de los pies cuenta con unos 4 mm.

Es un órgano que cumple funciones fundamentales en el organismo. Se la considera una enorme glándula que recubre todo el cuerpo, separando y uniendo el mundo interno y externo.

Cumple múltiples funciones:

1) Protección: Protege nuestro cuerpo del mundo exterior. Por ejemplo de los traumatismos.
2) Termorregulación: Regula la temperatura constante de 37 grados que el individuo necesita. Por ello se le da el nombre de corazón periférico.
3) Sensibilidad: Por esta función es que sentimos calor, frió, etc. Por ello se le da el nombre de cerebro periférico.
4) Depósito: Es un reservorio de múltiples sustancias como: minerales, sustancias grasas, sustancias orgánicas, hormonas, vitaminas, etc.
5) Emuntorio: Es la eliminación de distintas sustancias a través del sudor y la secreción sebácea.
6) Antimicrobiana: Es la primera gran defensa del organismo y actúa como una barrera natural. Si esta barrera se rompe se producen las infecciones.
7) Melanogena o de pigmentación: En la capa basal de la epidermis se encuentran las células melanogenas, que producen la melanina, que es la que da las distintas tonalidades a la piel. Es así que tenemos las distintas razas:
•        Raza Blanca: Menos melanina y menos protección.
•        Raza Amarilla:
•        Raza Negra: Mas melanina y más protección.



Estos pigmentos nos protegen de los rayos solares. Los albinos no tienen pigmentos, por ello deben evitar el sol, que les producirán quemaduras importantes y pueden derivar en cáncer de piel. La pigmentación se intensifica en el verano y disminuye en el invierno. Las pieles blancas y sensibles de personas rubias, pelirrojas y de los niños, se debían proteger con bronceadores en el verano que contengan filtro y pantalla solar.

Importancia de la piel

La piel es imprescindible para nuestro organismo. Su importancia radica en las funciones siguientes:
- Constituye una barrera a los agentes externos: La piel impide la entrada de microorganismos, evita el contacto directo de los objetos con otros tejidos u órganos internos y previene que los productos químicos accedan a los mismos. Sin la piel, nuestro organismo se encontraría desprotegido.

- Contiene los receptores de las sensaciones: La piel es el órgano de la sensibilidad. A través de ella percibimos los diferentes grados de temperatura, lo que constituye un aviso que permite proteger a nuestro cuerpo del calor o frío que podría dañarlo. El tacto permite percibir, no solamente el calor o el frío, sino también la presión que los objetos ejercen sobre el organismo y multitud de sensaciones más, tanto placenteras como dolorosas.

- Regula la temperatura corporal: A través de las glándulas sudoríparas y de los capilares de la piel, el organismo regula la temperatura corporal. A grandes rasgos funciona así: cuando hace frío los capilares se contraen, llega menos sangre a la piel y se produce una pérdida menor de calor. Cuando hace calor, los capilares se dilatan y las glándulas sudoríparas producen más sudor que sale a la superficie de la piel. El sudor se evapora y arrastra con el calor por lo que el cuerpo se enfría.


Deterioro de la piel

Deterioro Prematuro

Dentro del deterioro de la piel esta lo que se llama el envejecimiento cutáneo prematuro debido a factores internos y externos.

• Factores externos: se considera que el principal enemigo de la piel es el Sol. Tampoco se debe prescindir totalmente del Sol, ya que en exposiciones poco frecuentes (de corta duración si la intensidad lumínica es muy alta y en exposiciones prolongadas si la intensidad lumínica es muy baja), ayudan a la piel a regular la secreción sebácea y a sintetizar la vitamina D, entre otras cosas. Los jabones usados en exceso y otros factores participan en desproteger la epidermis.

• Factores internos: esto principalmente es debido a problemas de alimentación al no llevar una dieta equilibrada en vitaminas nuestra piel se debilita. También se puede producir por introducir en el organismo toxinas muy reactivas como las que ingieren los fumadores, drogadictos, alcohólicos, etc.

Deterioro Biológico
El deterioro de la piel que se produce por causas naturales se presenta en forma de arrugas.
Arrugas

Las arrugas son causadas por alteraciones físico-químicas que conlleva al envejecimiento de la piel. A medida que pasa el tiempo, se pierden, gradualmente, tres elementos importantes para la piel:

• Colágeno (la fibra proteínica que da firmeza a la piel), lo que provoca que se vuelva más delgada y débil
• Elastina, responsable de la elasticidad;
• Glicosaminoglicanos, retentivos de la humedad.

Por lo demás, el sol, el humo del tabaco y de la contaminación, pueden acelerar también el proceso.



    

 Quemaduras

Las quemaduras de piel requieren un estudio más amplio ya que los protocolos médicos consideran grandes quemados a los pacientes a partir de un 10% de piel afectada por quemaduras profundas y del 20% de superficiales, tanto unos como otros requerirían ingreso hospitalario en una unidad especial. Aunque existen técnicas de piel cultivada que permiten autotrasplantes o auto injerto, para quemaduras en sitios muy visibles o que provocan cierto rechazo y pueden provocar para el paciente problemas psicológico.



Embriología De La Piel Y Los Anexos

La piel dentro del estudio embriológico:

• Epidermis: tiene un origen ectodérmico.
• Dermis: tiene un origen mesodérmico.

La biología estudia a la piel y la divide en 3 porciones:
• Epidermis.
• Dermis.
• Hipodermis.

Mientras que en corrientes médicas, como la histoanatomía y dermatología se estudia en 3 estratos:
• Epidermis.
• Dermis.
• Tejido subcutáneo.

Cada una de las capas tiene funciones y componentes diferentes que se interrelacionan. Está compuesto por: epidermis, dermis, tejido subcutáneo, y fascia profunda.


La  epidermis se deriva del ectodermo que cubre la superficie del embrión. La dermis se deriva del mesodermo que está por debajo del ectodermo de superficie.
Alrededor de la tercera semana de gestación el embrión está cubierto por una fina membrana unicelular, que, a partir de la quinta y sexta semana se divide en: superficial o peridermo y profunda o estrato germinativo.

Entre el tercero y cuarto mes se diferencia el estrato germinativo y las células basales, que al dividirse a lo largo del 4to y 5to, mes originan las capas: espinosa, granulosa, lucida y cornea, que sustituirán al peridermo. Al mismo tiempo que surgen las células basales del extracto germinativo, de estas se derivan los gérmenes epiteliales, entre ellos el germen epitelial primario, que surge como pregermen o germen piloso primitivo en el tercer mes de vida fetal, que para entonces solo está constituido por una concentración nuclear en la capa basal.



Las células basales  se van multiplicando y penetran en forma oblicua, la dermis, empujando el conjunto de núcleos mesodérmicos que se acumulan poco a poco en su parte distal, dando origen a una parte de la etapa pilosa, al final de la cual se observan dos abultamientos: el superior, que es el esbozo de la glándula sebácea, y el inferior, llamado bulge o protuberancia, que es donde  se insertara el musculo erector del pelo.

Se demostró que en esos bultos están las células matriciales capaces de iniciar la fase drenér del folículo piloso sebáceo, que estimula la célula de la papila folicular.

 Dos meses después, por encima de la glándula sebácea, surge un nuevo engrosamiento, del que deriva la glándula sudorípara.

Las estructuras que dan origen a las uñas comienzan aparecer en la cara dorsal de los dedos  a las 8 – 10 semanas, un poco antes de la iniciación del desarrollo del folículo piloso.1   el desarrollo de la uñas de las manos precede en cuatro semanas al de los pies.

 Las prolongaciones de las uñas aparecen como áreas engrosadas o zonas de epidermis en el extremo de cada dedo. Posteriormente estos lechos  ungueales  migran hacia la superficie dorsal, arrastrando su inervación   de la superficie ventral. Los lechos ungueales están rodeados   lateral y próximamente  por pliegues  de epidermis, los pliegues ungueales.        Las células  del pliegue ungueal  y se queratinizan para formar  la placa ungueal. Al principio, la uña en desarrollo se encuentra  cubierta de capas superficiales  de epidermis, el eponiquio  que degenera mas tarde y forma la uña, salvo en su base, donde se mantiene como cutícula. La piel situada bajo el borde libre  de la uña es el hiponiquio.

 A las 11 semanas  la superficie dorsal del lecho ungular  comienza a queratinizarse.

 Hacia el cuarto mes de gestación  la placa ungular crece hacia el pliegue ungular principal  y alrededor del final quinto mes  ya cubre por completo el lecho de la uña.

Las uñas de los dedos de las manos alcanzan su extremo  alrededor de la semana 32 mientras los pies llegan a la semana 36.




Estructura de la epidermis



La epidermis es la capa más externa. Tiene por término medio un milímetro de espesor, aunque es mucho más gruesa en las palmas y en las plantas y menos en los párpados. Está constituida por varias capas de células llamadas queratinocitos, dispuestas unas encima de otras como ladrillos en una pared constituyendo una barrera impermeable para casi todas las sustancias. Se regenera cada 2 meses y su función es mantener la piel hidratada, así como de protegernos de la radiación solar. La epidermis se halla constituida a su vez por diferentes capas, que reciben distintos nombres; de un nivel más profundo al más superficial, son las siguientes:

Capa basal o germinativa: Está formada por una hilera de células vivas que desarrollan una gran actividad y que constantemente regeneran la epidermis. En esta capa se encuentran los melanocitos, células de forma estrellada cuyos brazos o prolongaciones se denominan dendritas, y que son las células responsables de la fabricación de la melanina. La melanina es un pigmento que contribuye al color de la piel y nos protege de los posibles efectos negativos de los rayos solares. Entre los queratinocitos y los melanocitos se da una relación muy especial, ya que la melanina elaborada por los melanocitos es transferida a los queratinocitos, sin conocerse aún el mecanismo por el que esto se produce. Además en esta capa también se encuentran células del sistema inmunológico (células de Langerhans) encargadas de presentar los antígenos (sustancias extrañas del exterior) a los linfocitos, e iniciar así la respuesta inmune de defensa.

Capa espinosa: Se sitúa por encima de la capa basal y está constituida por varias hileras de células que representan otro estadio de evolución de las células basales. Las células de la capa espinosa se unen entre sí y con las de la capa basal constituyendo un sólido “armazón”.

Capa granulosa: Está formada por elementos celulares aplanados que contienen gránulos de queratohialina, sustancia córnea característica de esta capa. Estas células no poseen capacidad de dividirse, ya que están dedicadas exclusivamente a la síntesis o formación de queratina.

Capa córnea: Está constituida por capas de células muertas denominadas corneocitos que constituyen el último paso en la evolución de los queratinocitos desde su origen en la capa basal. Se encuentra en constante descamación, aunque en condiciones normales este fenómeno es imperceptible. Así nuestra piel se renueva constantemente. Esta capa aparece en toda la piel, excepto en las mucosas (o sea, labios, vulva, boca, etc.).





Queratinocitos y Queratinización

Los queratinoblastos de la capa basal tienen núcleo oval, donde destaca gran cantidad de cromatina y uno o dos nucléolos esféricos, lejanos de la membrana celular, y un gran citoplasma con mitocondrias, complejo de golgi, lisosomas, tonofibrillas y abundante retículo endoplasmico liso y rugoso y una membrana que rodea a toda célula lipoproteína.

La misión del epitelio es formar queratina elástica y resistente para proteger las estructuras más profundas.

Este fenómeno se inicia en la capa basal, en la periferia citoplasmática de los queratinoblastos, se observan tonofibrillas en grupo o aisladas rodeadas de una sustancia amorfa eosinofila.
Conforme las células asciendan se unen estas fibrillas las cuales constituyen drenérgicos_s que seguirán envueltos por las sustancias amorfas.





Unión dermoepidérmica

Es la zona de anclaje entre la epidermis y la dermis y están constituidas fundamentalmente por cuatro elementos:

1.      Prolongaciones o digitaciones citoplasmáticas de las células basales.
2.      Hemidesmososmas.
3.      Membranas basales.
4.      Abundantes tonofobrillas reticulares desde la dermis.

La membrana plasmática de los queratinocitos mide de 7 a 9 nm. Y en ellas se incluyen las prolongaciones citoplasmáticas y las hemidesmosomas.

Los hemidesmososmas se encuentran en la membrana celular y desde ellos parten, hacia el citoplasma, abundantes tonofibrillas o drenérgicos_s, los cuales están compuestos por filamentos intermedios de queratina 5 y 14 y contienen el antígeno mayor del penfigoide ampolloso de 180Kd.

Melanocitos y Melanogenesis

Los melanocitos son las células que proceden de la cresta neural, se encuentran entre los queratinoblastos, de los que se distinguen por carecer de desmosomas tener prolongaciones citoplasmaticas, dendriticas y un amplio citoplasma claro, por el que también se reconoce célula clara de mason.

La melanina se fabrica en los melanocitos siguiendo la ruta clásica retículo – aparato de Golgi. Es decir, una ruta similar a la que seguiría si fuese una proteína que se va a exportar, aunque ni la melanina es una proteína en sentido estricto, ni el proceso de cesión a los queratinocitos es una exportación al uso.

Se trata, en realidad, de aprovechar el sistema de endomembranas para la fabricación del melanosoma, que posteriormente será enviado a los queratinocitos vecinos.



Células de Merkel

Son un tipo de células intraepiteliales de la piel. Su función no está muy clara aún pero se las asocia a la sensación táctil (especialmente en animales inferiores) ya que poseen unas microvellosidades que tendrían propiedades mecanorreceptoras, haciendo que la célula libere neurotransmisores que interactuarían con terminales nerviosos cercanos.

Desde el punto de vista anatomopatológico, son células difíciles de distinguir de otras de la piel por microscopía óptica pero que se diferencian bien con el microscopio electrónico. Se ven sobre todo cerca del estrato basal, asociadas a los folículos pilosos. Poseen microvellosidades, gránulos electrondensos en su citoplasma y una forma discoidal en la parte basal.

Su importancia médica radica en que son capaces de producir un tipo de carcinoma, (carcinoma de células de Merkel) potencialmente mortal y que puede parecerse mucho a una metástasis de un carcinoma de células pequeñas de pulmón o a ciertos linfomas que infiltran la dermis.



Tratamiento y Manejo

Deben ajustarse a la precisión diagnostica, evitando los agresivos y por si acaso cocteles terapéuticos, que casi siempre son iatrogénicos. On  del folículo se hace a expensas de una red anastomotica de dos plexos distintitos; la zona superior se nutre del subpapilar y la inferior del hipodérmico.

En los folículos en _drenér, los vasos sanguíneos se extienden paralelos hacia el folículo, es decir, orientados longitudinalmente desde la base del bulbo al canal del pelo, y entre ellos se produce una red por entrecruzamiento que drenérgico la parte inferior del mismo, incluido el bulbo.

En la parte media del folículo hay pocas interconexiones vasculares, aunque si las hay abundantes alrededor de la glándula sebácea.

Por encima de la desembocadura del conducto sebáceo hay unos vasos paralelos que ascienden hacia el canal piloso y continúan en las ramas capilares situadas por debajo de la epidermis.

En la base de los folículos en anageno se sitúan las arteriolas perpendiculares y forman la empalizada que acompaña el folículo en toda su longitud.

Uñas:



Para hablar de la estructura de las uñas hay que referirse a toda la porción dorso distal de los dedos, pues allí están lamina ungueal, matriz, lecho y pliegue proximal, laterales y distal.

En dirección próximo-distal de dedo observamos: pliegue ungueal-proximal, cuya porción anterior fina y queratinizada es la cutícula, que se continúa por una banda de células queratinizadas que constituyen el eponiquio.

En el fondo del pliegue esta la matriz, cuya porción distal es la lúnula, zona blanca, causada por la queratinización incompleta de las células y porque la matriz no permite que los vasos se transparenten en forma de _drenérgi convexa que está protegida por cutícula y eponiquio.
La matriz produce la lamina o placa ungueal translucida, aunque con color rosado, que revela la riqueza vascular subyacente que se desliza a adhiere firmemente al lecho ungueal, soporte de la lamina que consta de epitelio y mesenquima, hasta el punto que, si se precisa arrancar la uña, la separación no ocurre entre esta y la epidermis del lecho, sino a nivel epidermo-dermico.

Al final del lecho queda un grupo de células queratinizadas que constituyen el hiponiquio, al que le sigue el pliegue distal, que continua hasta el pulpejo del dedo.

Por encima es posible observar, la región distal de la lamina, una fina banda amarillenta, convexa, la banda onicodermica o porción dermoungueal de Terry, que parece tener irrigación sanguínea diferente al resto del lecho ungueal.

Al marginar la uña por los lados se encuentran los pliegues un ungueales laterales. El aporte sanguíneo se efectúa por los arcos arteriales proximal y distal, formado por anastomosis entre las dos arterias distales y laterales; el proximal es paralelo a la lúnula y el distal a la punta de la falange distal subyacente.

Anexos Glandulares




Glándulas sebáceas. Quedan situadas inmediatamente por encima del musculo erecto del pelo, en la porción superior del folículo, donde desemboca por su conducto excretor de epitelio poli estratificado hacia el canal folicular.

Están formadas por amplios lóbulos en cuya periferia están la membrana basal y las células matriciales basofilas que, conforme se multiplican, se llenan de gotas de grasa que empujan y ahogan el núcleo, tornándose claras.

Estas células se aproximan al conductor excretor y al llegar a él se rompe su membrana citoplasmática, vertiéndose la totalidad de sebocito, como responde a una autentica secreción olocrina.
Hay glándulas independientes de los folículos como la de Meibomio en los parpados, de Tyson en el prepucio y las de los labios menores y las areolas mamaria.

Composición funciones y regulación de la secreción sebácea.

El sebo está compuesto por varios tipos de lípidos: triglicéridos, esteres céreos, escualenos, esteres del colesterol  y colesterol.

Esta composición varia con la edad; así, el colesterol  y los triglicéridos se encuentran en mayor porción en niños, mientras que escualenos y esteres céreos aumentan considerablemente a partir de la pubertad.

Sus funciones están en relación con su capacidad emoliente, lubricante, fungistática y bacteriostática.

La regulación de la secreción es totalmente hormonal, en su estimulación actúa los andrógenos gonadales, especialmente testosterona, como suprarrenales del tipo de la dihidroepiandrosterona, aunque tanto una como la  otra necesitan convertirse en 5-a-dihidrotestosterona y por el contrario, los estrógenos inhibe la secreción al suprimir la formación de gonadotropina hipofisaria, y los glucocoticoesteroides que dificultan la síntesis cortical de andrógeno.

Todavía no está muy claro si la hipófisis produce una hormona sebo trópica, aunque la prolactina aumenta la producción sebácea al facilitar la respuesta a los andrógenos (factor hipofisario permisivo).

Glándulas Sudoríparas.




Glándulas sudoríparas  apocrinas: localizadas en la areolas, monte pubiano, labios menores, prepucio, escroto, región peri umbilical y peri anal, conducto auditivo externo, parpados, y a veces la cara y el cuero cabelludo; producen una secreción de función desconocida, aunque cuando se encuentran en la superficie cutánea y se descompone por bacterias, actúa como feromona, una sustancia olorosa.
Están constituidas por un glomérulo secretor que se encuentra en la dermis profunda o hipormis, en forma de ovillo, que muestra afuera de hacia adentro una membrana basal, una hilera de células mi epiteliales inervadas por fibrillas simpáticas _drenérgicos, un epitelio columnar o cuboideo y un conducto excretor, que desemboca en el folículo por encima de la glándula sebácea, compuesto por dos hileras de células cuboides y una cutícula que tapiza su luz.

Composición, funciones y regulación de la secreción _drenérg.

Como la secreción apocrina es el resultado de la eliminación de la porción apical del epitelio columnar por decapitación, esta es viscosa y áspera y tiene un color que puede variar de blanco a rojo o azul.

Su composición está constituida por: proteínas, amonio, carbohidratos, ácidos grasos, sustancias aromáticas y hierro, no está clara su función.

La secreción apocrina es continua y se encuentra en pequeña cantidad; sin embargo, en determinadas situaciones, como miedo y dolor, o a través de inducción farmacológica, como la que produce la adrenalina, hay  descargas simpáticas _drenérgicos que contraen las células mi epiteliales y se produce secreción inmediata y en mayor cantidad.

Glándulas sudoríparas ecrinas.




Localizadas en toda la superficie corporal, excepto en el clítoris, los labios menores, el glande y la superficie interna del prepucio, suponen tres millones de unidades sudoríparas que predominan en las palmas, las plantas, la frente y las axilas.

Cada unidad sudorípara consta de un glomérulo secretor, compuesto por células pequeñas-oscuras y grandes-claras, entre las que aparecen múltiples luces glandulares, donde va la secreción, rodeada por células mioepiteliales, membrana basal y una amplia red de terminaciones nerviosas simpáticas.

  
ANATOMÍA DE LA PIEL

  


La piel se considera segura por sus portadores y en general recibe poco cuidado, pero estructuralmente es un prodigio de la naturaleza como veremos más adelante.

La piel cubre todo el cuerpo y tiene un área superficial entre 1.2 y 2.2 m2, pesa unos 4-5 Kg lo que corresponde a un 7% del peso total de un adulto. La piel también se conoce como tegumento (que significa cobertura) pero su función va más allá de servir de "bolso" grande y opaco que contiene el cuerpo, es además flexible pero resistente y soporta el castigo constante de los agentes externos. En la figura 1 de abajo se muestra una vista tridimensional de la estructura de la piel.

La piel puede variar en espesor entre 1.5 y 4 mm dependiendo de la zona del cuerpo y está compuesta por dos regiones diferentes:
La epidermis: que es el escudo protector más externo del cuerpo formado por células epiteliales. La epidermis no está vascularizada y los nutrientes llegan a ella desde los vasos sanguíneos de la dermis por difusión en el fluido.

La dermis: subyacente a la epidermis está la dermis que forma el mayor volumen de la piel y es una capa coreácea fuerte de tejido conectivo. Solamente la dermis está provista con vasos sanguíneos.

Debajo de la dermis hay una tercera capa que comparte algunas funciones de protección con la piel pero que estrictamente hablando no forma parte de esta, esta capa se llama hipodermis o fascia subcutánea y está constituida básicamente de tejido adiposo (un tipo de tejido conectivo) con cierta cantidad de tejido conectivo areolar.



La hipodermis además de almacenar grasa (reserva energética) sirve como anclaje de la piel a los tejidos subyacentes (principalmente músculos) pero lo hace de forma suficientemente holgada como para que la piel pueda deslizarse con relativa libertad sobre esas estructuras. Debido a su composición grasa, la hipodermis también actúa como amortiguador de golpes y aislamiento térmico para reducir las pérdidas de calor del cuerpo. La hipodermis engruesa notablemente cuando aumentamos de peso, especialmente en ciertas zonas que dependen del sexo: en las mujeres la grasa "extra" se acumula primariamente en los muslos y senos, mientras que en los hombres se hace en el abdomen anterior lo que da lugar a la llamada "barriguita cervecera".






Epidermis





En estructura, la epidermis está formada de epitelio escamoso estratificado y queratinizado con cuatro tipos de células distintas y cuatro o cinco capas diferentes.



Células de la epidermis
Las células que pueblan la epidermis son:

Queratinocitos: cuyo rol principal es la producción de queratina, una proteína fibrosa que da a la epidermis su función protectora. Los queratinocitos están unidos unos a otros a través de desmosomas (estructuras celulares especializadas que unen las células vecinas en los tejidos), y surgen en las capas más profundas de la epidermis donde las células están en constante mitosis (reproducción por división).

Estas células son empujadas a las capas superiores por la casi continua producción de células nuevas, y como ellas producen queratina, esta sustancia termina eventualmente dominando el contenido celular. En su viaje hacia las capas superiores terminan arribando a la capa mas externa de la piel ya como células muertas y con una estructura escamosa muy próxima a membranas llenas de queratina.

Millones de esas células muertas se desechan de la piel diariamente siendo sustituidas por nuevas que emergen de las zonas interiores, de modo que nuestra piel resulta renovada cada 25 a 45 días. En aquellas zonas sujetas a fuerte fricción como las palmas de las manos o las plantas de los pies la producción de queratinocitos, así como la de queratina se acelera, dando lugar a los conocidos callos cuando el rozamiento es persistente.
Melanocitos: son células con forma de araña que están en la capa más profunda de la epidermis y su función es la de segregar el pigmento melanina. A medida que la melanina se sintetiza se acumula en unos gránulos ligados a la membrana llamados melanosomas, los que se mueven hacia el final de las "patas de la araña" del melanocito y entonces se transfieren eventualmente a los queratinocitos vecinos. Los melanosomas se colocan en el queratinocito del lado que recibe la luz del sol como un escudo protector del núcleo de la célula a la acción de los rayos ultravioletas.

Células Merkel: estas células están presentes de vez en cuando en la frontera entre la epidermis y la dermis. Con una forma de semiesfera con puntas, cada célula Merkel está asociada íntimamente con una terminal sensora nerviosa, y a ambos, la terminal sensora (que tiene forma de disco) y la célula de Merkel, se le llama disco de Merkel y funciona como receptor de tacto.

Células de Langerhans: llegan a la epidermis procedente de la médula ósea y también se les conoce como células epidérmicas dendríticas. Estas células son macrófagos (devoradoras de tejidos) que ayudan a activar el sistema inmunológico. Sus delgadas ramas se extienden rodeando los queranocitos formando una red más o menos continua.


Capas de la epidermis



De acuerdo a la región del cuerpo, la epidermis puede ser fina o gruesa y esto está en dependencia del rozamiento o la carga a que está sometida la piel.

En las zonas gruesas: las palmas de las manos, las yemas de los dedos y las plantas de los pies, la epidermis tiene cinco capas o estratos, que de lo profundo a lo superficial se llaman:      

Estrato basal: es el estrato más profundo de la epidermis, está firmemente anclado a la dermis subyacente por medio de una frontera ondulada (vea la figura 1). En la mayoría de los lugares consiste en una fila simple de queratinocitos jóvenes que se dividen rápidamente, lo que le ha valido también el nombre de estrato germinativo. Entre el 10 y el 25 % de las células de esta capa son melanocitos y en ocasiones puede verse alguna célula Merkel.

Estrato espinoso: tiene un grosor de varias capas de células y estas presentan un sistema de filamentos formando como un tejido, los filamentos son extensiones del citosol adheridos a otras células por desmosomas. Los queratinocitos en esta zona se aplanan y lucen algo irregulares (puntiagudos); pero no siempre se ven así, el aspecto "puntiagudo" se obtiene a medida que la célula avanza desde el estrato basal (donde nace) hacia la superficie para formar el tejido, durante este proceso la célula se contrae pero sus numerosos desmosomas se mantienen adheridos.

Estrato granuloso: este estrato de la epidermis es fino y tiene de entre 3 a 5 capas de células de grosor, y en él se produce un pronunciado cambio en la apariencia de los queratinocitos. Estos se siguen aplanando y el núcleo y los orgánulos celulares comienzan a desintegrarse. Las células empiezan a acumular orgánulos queratohialinos y orgánulos laminares. Los orgánulos queratohialínos producen una sustancia gomosa (pre-queratina) que participa en la queratinización de los estratos superiores a medida que las células son empujadas hacia la superficie.

Por su parte los orgánulos laminares vierten glucolípidos impermeables al espacio extracelular, reduciendo la capacidad de paso de agua a través de la epidermis. La membrana plasmática de las células se engruesa por la unión de proteínas del plasma a su superficie interior, mientras que los glucolípidos liberados por los orgánulos laminares cubren la membrana exteriormente.

Note que este engrosamiento de la membrana aumenta la resistencia de la célula y es un preámbulo de refuerzo para fabricar finalmente el estrato córneo exterior, la capa más fuerte y resistente de la piel. La impermeabilidad del estrato granuloso, reduce drásticamente el paso de nutrientes a las capas superiores de la epidermis (recuerde que estos llegan por difusión ya que no hay vasos sanguíneos) lo que sumado a la relativa gran distancia a la dermis, produce el efecto de que las células de las capas que están por encima de este estrato mueran, siendo esto una situación completamente normal.

Estrato lúcido: solo está presente en la epidermis gruesa y visto al microscopio luce como una banda fina y translúcida encima del estrato granuloso. Consiste en unas pocas filas de queratinocitos muertos con sus fronteras indiferenciables o borrosas. La sustancia gomosa de los gránulos queratohialinos se aferra a los filamentos de queratina de las células causando que se junten en arreglos paralelos.

Estrato córneo: el estrato más externo es una amplia zona de un grosor de entre 20 y 30 capas de células que constituye hasta las tres cuartas partes del grosor de la epidermis. Como hemos venido viendo, a esta capa final van a parar células muertas de gruesa membrana plasmática y muy queratinizadas que constituyen una "coraza" protectora de la máxima resistencia al desgaste y la penetración. Adicionalmente la presencia de los glucolípidos entre los espacios celulares hace impermeable el estrato.




Dermis



La dermis es la otra región principal de la piel y está hecha de fuerte y flexible tejido conectivo que mantiene el cuerpo unido, algo así como una funda de contención, es nuestro "cuero".


La dermis presenta una fuerte afluencia de fibras nerviosas con receptores sensoriales, vasos sanguíneos y vasos linfáticos. La mayor parte de los folículos pilosos y las glándulas sudoríferas y sebáceas, que vierten su contenido al exterior en la epidermis, están en la dermis+.


La dermis tiene dos capas:



Papilar: que es una capa fina y superficial de tejido conectivo areolar en la que las fibras de colágeno y elastina forman una estera tejida floja que está pesadamente invadida por vasos sanguíneos. Su superficie superior proyecta unas protuberancias que penetran a la sobrepuesta epidermis haciendo la frontera entre ellas como una superficie dentada. Estas protuberancias se conocen como papilas dérmicas. Muchas  papilas dérmicas contienen bucles capilares; otras contienen terminales nerviosas libres como sensores de dolor y receptores de tacto llamados corpúsculos de Meissner.


En las palmas de las manos y en las plantas de los pies estas papilas yacen sobre montículos llamados crestas dérmicas las cuales a su vez levantan la sobrepuesta epidermis para formar las crestas epidérmicas que aumentan la fricción y mejoran el agarre de pies y manos. Los patrones de las crestas epidérmicas son inherentes (genéticos) y únicos de cada persona y producen las llamadas huellas digitales en las cosas que tocamos.


Reticular: cuenta por alrededor del 80 % del espesor de la dermis y es tejido conectivo denso irregular. La matriz extracelular contiene gruesos haces de fibras de colágeno entrelazados que corren en diferentes planos, aunque la mayoría lo hacen paralelos a la superficie de la piel. Las zonas menos pobladas de fibras, o las separaciones entre los haces compactos forman las líneas de división o líneas de tensión de la piel que no son visibles externamente.

Las líneas de división tienden a correr longitudinalmente en la piel de la cabeza y las extremidades, y circularmente en el cuello y el tronco. Las heridas paralelas a las líneas de división producen menores aberturas en la piel y sanan más fácilmente que aquellas que se producen cortando las líneas de división. Las fibras de colágeno de la dermis le dan a la piel la resistencia que posibilita que la mayoría de los pinchazos y las raspaduras no puedan penetrar.


Además el colágeno retiene agua, lo que ayuda a mantener la piel hidratada. Las fibras de elastina proporcionan la recuperación elástica de la piel cuando se estira. Otro tipo de marcas de la piel son las líneas de flexión que son pliegues que se producen típicamente en, o, cerca de las articulaciones.



Color de la piel


El color de la piel está definido por tres sustancias coloreadas o pigmentos:


Melanina: este es el único pigmento fabricado en la piel y su color va desde amarillo a marrón rojizo hasta negro. Las personas con piel oscura producen y retienen en la piel más cantidad de melanina y de color más oscuro, aunque en general todas las personas tienen la misma cantidad de melanocitos+.


Caroteno: es un pigmento anaranjado que se encuentra en algunas plantas como en la zanahoria y tiene tendencia a acumularse en el estrato córneo así como en el tejido graso de la hipodermis.


Hemoglobina: es el pigmento rojo de los glóbulos rojos de la sangre y le da un color rosáceo a la piel de las personas de piel clara al circular por los capilares de la dermis. Es particularmente significativo en las personas caucásicas que tienen muy poca melanina lo que hace su epidermis casi transparente.


RESUMEN DE TODO EL TEMA

 La piel se define, no sin razón, como el mayor órgano funcional del cuerpo humano; cubre un área de 1,5 a 2 metros cuadrados en un adulto medio. A lo largo de la vida, las tareas que tiene que realizar son enormemente variadas, entre ellas, proteger el medio interno de los efectos destructivos del medio exterior y establecer la comunicación entre ambos.

Evolución de la piel En el transcurso de la evolución, está cubierta externa se desarrolló como protección de los órganos encargados de las funciones básicas de la existencia: alimentación, respiración y excreción de los productos de desecho.

Como estos procesos se realizaban en zonas cada vez más profundas del organismo debido a su creciente complejidad, por ejemplo, el alargamiento y circunvolución del tracto digestivo, la superficie exterior fue perdiendo la relación con estos fenómenos y, como contrapartida, se especializó al igual que otros órganos. Aunque la piel realiza también muchas otras actividades, su función esencial consiste en la protección y comunicación, y sus dos capas principales, la dermis y la epidermis, están específicamente adaptadas para llevarla a cabo.

Las capas de la piel La epidermis es la capa más externa y está formada por cinco estratos celulares. El más interno, el estrato basal, se halla dispuesto a modo de empalizada y se está dividiendo constantemente. Las células así producidas son empujadas a la superficie, pero, en el camino, su núcleo degenera y las células mueren, dando lugar al estrato más exterior o estrato córneo.

Este, de un espesor de veinticinco a treinta células muertas, contiene una proteína insoluble e indigerible llamada queratina, que es también el principal componente del pelo y las uñas. La producción de queratina es diferente en las distintas zonas del cuerpo; por ejemplo es mucho mayor en las palmas de la mano y las plantas de los pies, donde la presión y el roce son mayores.

El estrato lúcido, el quinto, sólo se encuentra, pues, en estas áreas engrosadas. Sus células contienen eleidina, sustancia transparente o “lúcida” formada por queratohialina, a partir de la cual se produce la queratina. La queratina se dispone en un entramado laxo que permite gran movilidad —particularmente en los animales en los que forma escamas—, pero que, al mismo tiempo, impide la penetración de bacterias, la absorción de agua exterior o la pérdida del agua corporal a través de la evaporación. Justamente encima de la capa más interna, ocho o diez filas de células poligonales con aspecto espiculado constituyen el estrato espinoso.

Al igual que el estrato basal, éste contiene también melanina, pigmento que forma gránulos que se van fragmentando a medida que la célula asciende a la superficie para desprenderse finalmente con la queratina.

La melanina protege la piel contra la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, cuya energía es absorbida por el pigmento, que se oxida y se vuelve más oscuro. Este proceso es el responsable del “bronceado” cuando uno se expone al sol durante cortos periodos. Si las células llegan a dañarse por una exposición excesiva, los melanocitos se estimulan, producen más melanina y con ello un bronceado más oscuro.

En la piel clara de los pueblos nórdicos, la melanina se localiza en los dos primeros estratos, mientras que en los originarios de climas tropicales se encuentra en todos los estratos. Algunos pueblos orientales, como los chinos, tienen en el estrato córneo y en la dermis otro pigmento, llamado caroteno, que confiere a la piel su característico color amarillo.

El tercer estrato de la epidermis está compuesto por dos o tres capas de células que son la fuente de la queratina. Contienen gránulos de queratohialina a los que el estrato debe su nombre: estrato granuloso. La epidermis se halla en constante actividad reponiendo las capas que van desprendiéndose, lo que constituye un importante factor en el proceso de curación de las heridas o en el crecimiento de un trasplante cutáneo. La epidermis es exclusivamente celular, y la nutrición de los cinco estratos corre a cargo de los líquidos tisulares que difunden hacia arriba desde los espacios intercelulares de la dermis, situada debajo.

La dermis contiene los medios de nutrición, comunicación y control de temperatura de la piel. Consta de dos capas; la superior está irrigada por abundantes vasos sanguíneos que se extienden en todas direcciones en la trama de colágeno y elastina del tejido conjuntivo. El colágeno está constituido por haces de proteína fibrosa y algunos poseen también elastina, proteína que confiere elasticidad a la piel. Al parecer, los espacios entre estos haces están rellenos de una sustancia acuosa.

Esta capa superior se llama capa papilar porque su superficie se halla aumentada extraordinariamente mediante papilas, pequeñas elevaciones parecidas a dedos y semejantes a las vellosidades del intestino delgado. Como los estratos de la epidermis están dispuestos encima de estas elevaciones, el más exterior se halla estructurado en una serie de surcos y crestas que reciben el nombre de crestas epidérmicas y que, además de modificar la apariencia externa de la piel, originan las diferencias fácilmente detectables de las huellas dactilares de los distintos individuos.

Comunicación y protección Los capilares sanguíneos forman un bucle en la papila y proporcionan, junto al suministro arte rial y el drenaje venoso, un cierto control de la pérdida y retención de calor modificando para ello el flujo sanguíneo a través de la piel.

Asimismo contribuyen al proceso de curación asegurando el eficaz suministro de nutrientes que la sangre transporta: ácidos grasos, glucosa, aminoácidos y varios tipos de sales. En esta capa existen también terminaciones nerviosas sensibles al tacto (corpúsculos de Meissner), presión (corpúsculos de Pacini), dolor y temperatura que avisan de eventuales peligros por calor, frío u objetos pesados o cortantes. A través de los nervios raquídeos transmiten señales al cerebro, que, mediante la transmisión de impulsos correspondientes, ordena a los músculos que retiren inmediatamente el área corporal dañada, por ejemplo, la mano del agua muy caliente o del fuego.

Debajo de la capa papilar se encuentra la región reticular, que contiene asimismo fibras colágenas y elásticas y vasos sanguíneos. En ella, los espacios entre los haces se hallan ocupados por órganos accesorios: glándulas sudoríparas, folículos pilosos y glándulas sebáceas. Debajo se encuentra el tejido celular subcutáneo, que la une al esqueleto y los músculos. Este tejido posee en todo su espesor células adiposas agrupadas que forman el tejido adiposo, el cual viene a ser una especie de almohadilla Este panicuelo adiposo no sólo constituye un depósito de combustible de emergencia, sino que también aísla del frío e impide la pérdida de calor. El sebo, sustancia oleosa secretada por las glándulas sebáceas, constituye otro sistema de protección.

Esta sustancia fluye constantemente por los conductos que las conectan con las depresiones de la epidermis llamadas folículos en cada uno de los cuales se haya enraizado un pelo. La secreción del sebo se define como holocrina porque las propias células de la glándula se desprenden y forman parte de la secreción.

Tras lubricar el pelo en su folículo, el sebo fluye sobre la superficie cutánea y se mezcla con las capas exteriores de queratina, contribuyendo así a la protección contra los agentes físicos. Al mismo tiempo forma la primera línea defensiva contra la invasión bacteriana gracias a su ligero poder antiséptico. La secreción del sebo es particularmente importante en los climas tropicales, en los que la capa superficial sufre una constante desecación y descamación. Sin este lubricante protector ligeramente graso, la piel sería incapaz de resistir el desgaste diario y perdería su humedad normal, con lo que el organismo quedaría expuesto a la deshidratación.

Regulación de la temperatura La región reticular contiene también glándulas sudoríparas imprescindibles para la regulación de la temperatura corporal. A diferencia de las sebáceas, éstas son glándulas verdaderas o cerinas, puesto que la célula secretora no forma parte de la secreción. El fluido acuoso y claro llamado sudor lo producen unas células situadas en la parte inferior de un tubo enrollado existente en la dermis; de aquí fluye a lo largo de un conducto recto que se espiraliza al llegar a la epidermis (para controlar la cantidad de secreción) y se abre en un poro de la superficie. Con la transpiración y la consiguiente evaporación de la humedad, el cuerpo pierde el exceso de calor. Las glándulas sudoríparas se hallan distribuidas por todo el cuerpo, especialmente en las plantas de los pies y las palmas de las manos, en las axilas y en la frente.

En la dermis existe otro grupo de glándulas, las apocrinas, similares a las sudoríparas, pero localizadas únicamente en las proximidades de las zonas sexuales: en el pubis, alrededor de los genitales, en las axilas y alrededor de los pezones. Al igual que las glándulas sebáceas, las apocrinas vierten su secreción en el folículo piloso más que directamente sobre la superficie.

Sistema de realimentación El control de la temperatura en los mamíferos está regulado con gran sensibilidad. La notable capacidad del cuerpo humano para mantener su medio interno constantemente a 37 °C se basa en un delicado y complejo sistema de realimentación en el que se hallan implicados receptores cutáneos, nervios, centros cerebrales de control y las glándulas sudoríparas. Cualquier elevación de la temperatura exterior es registrada por las terminaciones nerviosas especializadas, que envían el mensaje al hipotálamo, la zona del cerebro encargada de la regulación de la temperatura.

El cerebro manda, a su vez, impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas, induciéndolas a liberar sudor hasta que los receptores detectan la vuelta a la normalidad de la temperatura cutánea, momento en que dichas glándulas interrumpen su actividad. Estos ajustes frente a los cambios del medio ambiente externo no podrían llevarse a cabo sin el órgano especializado al que llamamos piel. Sin su protección no podríamos sobrevivir a la deshidratación, abrasión o invasión bacteriana que se dan diariamente incluso en los climas templados y. mucho más aún, en las condiciones enrunas del desierto o de las regiones árticas, donde se requiere una adaptación sumamente especializada.